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A propósito del despropósito / Opinión

Como así: en Ibagué los pájaros le tiran a las escopetas; definitivamente la ignorancia de los concejales los lleva a cometer torpezas como las de citar a la Procuradora Regional del Tolima, Gloria Esperanza Millán, a la sesión plenaria del Concejo para que les absuelva cuestionario.
Que despropósito; que vergüenza saber que los concejales no tienen conocimiento de cuáles son sus funciones y hasta donde llega su competencia. Todo porque la Procuradora solicita la revocatoria directa de los actos administrativos que dieron origen al cobro del cuestionado impuesto predial en la ciudad de Ibagué; que interesante seria que los señores concejales y el propio alcalde entraran a la página de la Procuraduría General de la Nación y revisaran la noticia que se encuentra sobre el caso; entendieran que la solicitud no es un capricho de una funcionaria, sino que la Procuraduría tiene los ojos puestos desde Bogotá en el tema, razón por la cual deberían de estar preocupados en exigir una respuesta en derecho y no con las babosadas que se escuchan.

Concejales que pontifican y despotrican de la petición y funcionarios municipales arguyendo que si acatan la solicitud de la Procuraduría no recogerán dineros para las obras. Cuales. Se les acabo el tiempo y seguimos esperando la transformación de Ibagué.
Antes de estar citando a una funcionaria a la que no tienen competencia paran citar, deberían estar exigiéndole al alcalde dar respuesta positiva a lo solicitado y realizar el control político que el caso exige, para que respondan quienes cometieron semejante exabrupto. Quien dijo que los concejales pueden citar a quien los investiga.
Dentro de las funciones de los concejos está la de exigir los informes escritos o citar a los secretarios de la alcaldía, o a cualquier funcionario municipal, al contralor o al personero, excepto el alcalde, pero no a su investigadora.
La proposición del Concejo que cita a la Procuradora debe ser el documento con el cual se inicie proceso disciplinario verbal contra los mismos por violar la prohibición expresa de tomar parte en el trámite o decisión de asuntos que no son de su competencia, además por todas las barbaridades cometidas durante este periodo que los convirtió en unos simples siervos del alcalde de Ibagué.
Definitivamente en Ibagué los desaciertos de la administración municipal en cabeza de Chucho y su Concejo, claman por el pronto pronunciamiento de los entes de control en especial, de la Contraloría de República a través del control prevalente, dado que en Ibagué el Contralor reprobó su periodo.
Orlando Arciniegas Lagos
TRIBUNA
El Tiempo

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